Memorias de un perro viejo

>> martes, 17 de junio de 2008

Abrí los ojos lentamente, mi cuerpo pesaba, sentía algo de humedad en el ambiente; supongo que cayó esa cosa mojada del cielo. Ahh, una mosca... umm espero que no quiera posarse en mi hoci...ahh, allá va. Tendré que moverme, mis patas pesan, lo haré lentamente.

Bien, ya estoy de pie. Agua, esa es una buena idea para comenzar. Bebí y bebí... alguien me gritó cosas desde el otro lado de las paredes. Esos humanos que me dan de comer y me miman de vez en cuando. Pero hay una a la que veo tan poco, es la que más me mima.

Mis patas son débiles, debo caminar un poco para no caerme aquí. Uhm, la brisa es suave, el sol se siente tibio y le ayuda a mis viejas patas.

Mis patas no dan más, tomaré una siesta en este lugar en donde el sol se siente bien, las aves revolotean buscando comida, qué bueno que vivo con estos buenos humanos.

Siento las patas calientes, debo moverme de aquí. Escucho unos pasos que vienen hacia acá ¿será que me traen comida? ¡Sí, desayuno!. Comí rápidamente lo que me dejó una humana, ella siempre anda por aquí, todo el día corre por doquier. Qué diferentes son los humanos a mi, tanto ajetreo, tanta actividad. Bueno, ya no soy un cachorro. Mis párpados se cierran, es inútil mantenerme erguido. Sólo apoyaré la cabeza en mis patas un momento para descansar. Frente a mi nariz pasa una hormiguita cargando una hoja del doble de su tamaño, y le sigue otra... y otra... y otra...

Me despertó un sonido que taladraba mis oídos, nadie lo hacía callar... creo que suele sonar a menudo. Iré a ver de dónde viene. Ahh, es ese aparato otra vez, los humanos me parecen muy extraños, cuando suena ese aparatito van corriendo a levantarlo y empiezan a ladrarle, luego lo vuelven a poner donde estaba y se van. A veces más contentos, a veces no.

¡Me dejaron entrar a la casa! Aquí el suelo está fresco y mis patas no duelen tanto, aunque siento que mis uñas no agarran bien, me resbalo un poco. Iré a acomodarme por ahí en donde pueda estar al tanto de todo; esta puerta es perfecta, la madera se siente bien y puedo verlos a todos sin que me pisen o me griten. Estaré muy alerta, levantaré mis orejas ante el más mínimo indicio de sonido. ¡Ah! El humano simpático, mi cola se mueve rápidamente y me dan ganas de levantarme y correr a su alrededor; pero tendrá que conformarse con mi pata. Parece que le gusta, me hizo sonidos con las patas que agita en el aire e hizo otros sonidos con el hocico. Ah, se sentó a contemplar esa cosa donde pasan imágenes luminosas y hace tanto, tanto ruido. Umm, me echaré de lado y esperaré a que termine.

Escucho alguien que frota el piso, fuertemente, con unas ramitas o algo parecido ¿qué estará haciendo? Es un sonido muy curioso ¡Ah! Ahora lo hace contra la cosa esa de metal que está entre la casa y el mundo exterior. Allá en donde hay tantos otros como yo, tantos olores, tantos sonidos. Pero ahora mis patas no me pueden llevar, me conformaré con mirar de vez en cuando, pero casi nunca sucede.

Escucho un ladrido humano, se parece al sonido que hacen cuando quieren darme algo, escucho tintineos en mi plato ¡debe ser hora de comer! Deliciosa comida, ahora es más variada y me siento más fuerte. Di un pequeño paseo entre la hierba, estoy cansado. Buscaré un lugar fresco y volveré a dormir.

2 comentarios:

Anónimo 19 de junio de 2008, 18:30  

Hola, disculpame por no escribir en tus otras entradas, ya sabes que soy muy floja!
Esas ideas locas que sebastian tiene... aaah, como se me hacen familiares... a veces uno mira hacia atrás y no encuentra el sentido de todo lo que ha hecho hasta ahora.
Me gustó mucho las memorias del perro, está tan tierno... simba, ¿verdad? me o imaginé, desde el primer parrafo tiene un aire inocente de perrito.

Nos estamos leyendo. bye!!

Adriana 20 de junio de 2008, 15:39  

No te apures, ¡Gracias por leerme!.

Y ahroa que mencionas eso de que las cosas no tienen sentido, tengo otro cuento a medias que habla más o menos de eso. A ver si pronto lo termino y lo subo.

Sí, las memorias del perro son de Simba jajaja, me inspiré un día que estaba él tirado en la sala observándonos platicar a mis papás y a mi y pensé "¿qué estará pensando de nosotros?" y ya, empecé a escribir jajaja. Aww perritos, son tan tontitos y tan lindos *u*